domingo, 6 de noviembre de 2011

El ruido en la comunicación organizacional

Jesús Almao
En la actualidad el hombre vive inmerso en un gran cúmulo de información, la cual  genera caos y desorden cuando se procesa y se traduce en conocimiento, el que por fuerza propia se dispersa en parcelas individuales del saber, resultantes de multidisciplinarias ciencias, las cuales carecen de una conveniente organización y complementariedad. Hoy día, se puede apreciar el auge que han tomado las adquisiciones y fusiones  a partir de estos conocimientos por parte de las empresas a nivel mundial, como una forma para afrontar la globalización y lograr una mayor competitividad. Estos procesos de cambio implican una variación en la vida de la empresa, es decir, en la forma de hacer y pensar tanto a nivel formal como informal dentro de la organización. Estas organizaciones que  se caracterizan por ser agrupaciones sociales, las cuales no se forman por accidente, por el contrario, son creadas por  una persona o un grupo de  individuos que  perciben que la acción coordinada de un número de personas puede lograr algo que la acción individual no lo permite.  Toda organización social tiene su propia cultura que la identifica, la caracteriza, la diferencia y le da imagen. Es importante conocer, expandir y consolidar la cultura de una empresa ya que ésta integra los comportamientos hacia metas comunes, constituye una guía en la realización de actividades, elaboración de normas y políticas para establecer directrices, en fin, la cultura encauza el funcionamiento global de la estructura señalando las prioridades. Para poder lograr todo los objetivos planteados se requiere indispensablemente que se mantenga un buen clima de trabajo, sentido de pertenecía, valores y  una excelente comunicación organizacional, ésta se encuentra naturalmente en toda actividad  de la vida cotidiana en este caso en la empresarial. La Comunicación organizacional  está presente en toda organización, cualquiera que sea su tipo o su tamaño y en consecuencia no es posible imaginar una organización sin comunicación. Bajo esta perspectiva, la comunicación organizacional es el conjunto total de mensajes que se intercambian entre los integrantes de una organización, y entre ésta y su medio, (Fernández, 1999).
La comunicación organizacional puede dividirse en: A) Comunicación Interna: cuando los programas están dirigidos al personal de la organización (directivos, gerencia media, empleados y obreros). B) Comunicación Externa: cuando se dirigen a los diferentes públicos externos de la organización (accionistas, proveedores, clientes, distribuidores, autoridades gubernamentales, medios de comunicación).
Lamentablemente la comunicación organizacional no escapa de la presencia de ruidos que interfieren en el mensaje comunicacional entre un emisor y un receptor. Los ruidos en la comunicación pueden convertirse en  rumores que aportan al mensaje ideas no comprobadas que circula en una organización o en el entorno de la misma. Es un poderoso medio de comunicación que utiliza todos los canales establecidos.Obedece a los temores y ansiedades de los empleados, provocando una incomodidad general entre los trabajadores. En este caso los empleados expresan oralmente sus temores a otros empleados, siendo a veces perjudiciales (como cuando anuncian posibles despidos).Es recomendable que la directiva de toda empresa le otorgue la importancia que se merece a los chismes y rumores que circulan dentro de la misma; ya que estos están firmemente arraigados en la vida de toda organización social. Así mismo, el hecho de que la directiva de una empresa esté al tanto de lo que se dice resulta de gran beneficio y aún más en aquellas empresas que atraviesan períodos de cambio en donde las expectativas son mayores.

Algunas  causas del ruido en la comunicación organizacional

Nerviosismo e inseguridad: Cuando se percibe cualquiera de estas situaciones las personas tienden a  aumentar su comunicación informal en un esfuerzo por crear posesividad y protegerse entre sí de los desconocidos. Ej. (Renuncias, despidos, cambios de procedimientos, métodos de trabajo, etc.).

Falta de información: Cuando se carece de información sobre una situación dada, las personas tratando de llenar los espacios vacíos lo mejor de puede, recurriendo a la información que se halla en los canales informales.

Interés personal o emocional en una situación: Cuando los individuos tienen un interés especial en una situación y no se les presenta información acerca de ella, encontrarán lagunas para realizar sus propias inferencias. La gente llena estos huecos de información con sus propias percepciones.

Información reciente: Las personas participan más activamente en la distorsión comunicación cuando reciben noticias, es decir, información nueva y desean diseminar estas noticias tan rápidamente como les sea posible.

Necesidad de entrar en contacto: La comunicación informal se transmite de boca en boca y por observación, dando como resultado común que los miembros de los grupos informales entren en contacto durante su rutina cotidiana de trabajo.

Es pertinente abordar en el presente artículo algunos ruidos comunicacionales presentes en las instituciones educativas en la actualidad. En el  proceso de aprendizaje, el docente debe estar alerta al comportamiento de los estudiantes en el acto comunicacional, porque muchas veces a pesar de que ésta última sea realmente didáctica los receptores pueden llegar a ser inconexos. Estos casos se presentan generalmente por ruidos en la comunicación, entendiéndose por ruido cualquier factor que limita o distorsione el mensaje. Los estudiantes pueden generar los siguientes tipos de ruidos: 

Ruido neurológico: se debe entender que cuando una persona presenta ruido neurológico, sus impulsores cerebrales no están funcionando a plenitud y pueden estar sufriendo interferencias al pasar de una célula a otra. Este desorden puede ser leve, en cuyo caso, a veces es imperceptible al docente, pero en ocasiones es demarcado y es fácilmente observable porque se traduce en conductas atípicas.

Ruido psicológico: se presenta cuando hay interferencia en la transformación de la señal en mensaje, estos casos tampoco son difíciles de detectar. Generalmente una persona con temor para hablar o con sintonías de stress tiene una alta probabilidad de presentar ruido psicológico.

Filtraciones del receptor: ocurren cuando este intencionalmente modifica el mensaje elaborado como respuesta para hacerlo más favorable al emisor, por ejemplo, cuando un estudiante emitiendo una respuesta a un docente, trata de hacer la información lo más favorable posible, es decir conforme a lo que piensa que le gustaría oír al docente, las filtraciones son frecuentes en los grados inferiores, quienes en su empeño de estar bien con los docentes tienden a filtrar la información.

La Semántica: es el estudio del significado en el lenguaje. La mayoría de los mensajes son enviados a través de palabras y éstas eventualmente no son precisas. Muchas palabras, además de tener diferentes significados, a veces pertenecen a un lenguaje técnico o muy especializado. Si el lenguaje en que se recibe el mensaje no es común para el receptor muy probablemente su entendimiento y de hecho su capacidad de respuesta disminuyan significativamente.

La sobrecarga en la información: constituye otra forma de ruido en la comunicación. Muchos docentes acumulan información durante varios días o semanas y luego se la entregan a su alumno en una o varias horas de trabajo, lógicamente la efectividad del receptor en procesar esta información disminuye de una manera importante.

Los valores: que practique el receptor también influyen en la captación del mensaje y pueden llegar a producir ruido en la comunicación, por ejemplo, cuando el receptor ha tenido experiencias previas con el emisor, sobre un tema en particular, puede anticipar el contenido o significado del mensaje. Por lo cual como juzgue el receptor la información del emisor puede ser un ruido determinante en la comunicación. Un factor íntimamente ligado a los valores es la credibilidad, si el receptor tiene fe y confianza en el emisor y lo considera honesto en sus mensajes, su disposición es a recibir la información tal como lo ha organizado el comunicador y al contrario, si las experiencias previas han forjado desconfianza en el receptor, el grado de credibilidad en éste será bajo, lo cual afecta directamente el cómo reciba y reaccione sobre el mensaje.

La relación y comunicación didáctica: en esta modalidad consiste en saber utilizar y aplicar los medios tecnológicos oportunos para los objetivos didácticos, así como los diferentes tipos de recursos, tanto humanos como tecnológicos. Así mismo el pedagogo debe crear el ambiente propicio para que el alumno construya su aprendizaje a partir de su propia realidad y contexto. Esto exige un elevado nivel con la investigación metodológica con el fin de sacar el mayor partido posible a los diferentes contextos y características particulares de los alumnos. El educador tendrá que hacer uso de las técnicas organizativas y a través de los medios tecnológicos para la facilidad de la tarea.

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